domingo, 26 de agosto de 2012

Llegada a Reykjavik

Hace demasiado tiempo que no publico en el blog, tal vez más del que debiera, pero dejemos aparcada esta cuestión porque vuelvo a la carga de nuevo y esta vez con las fotos de nuestro viaje a Islandia en busca de su sobrecogedora naturaleza y cómo no, de su fresquito, que en nuestra tierra hace demasiado calor en Agosto. Para muestra, nada más bajar del avión con los pantalones y mangas cortas. Una inmensa sonrisa llenaba mi cara al notar tal agradable sensación en la mismísima pista de aterrizaje, un buen augurio de los que nos esperaba. Frío.....jamás!!!!

Nuestra primera sensación al llegar a Reykjavik fue la de encontrar una ciudad muy acogedora con una actividad especial. Ciudad de paso para cualquier visitante del país, sus calles principales se llenan de tiendas de ropa y bares de copas con un aspecto de lo más animado, por no decir de la inmensidad de turistas ataviados con sus mejores galas para ir a la montaña.

 Otra de las cosas que nos llamó la atención fueron sus casa típicas, construidas en madera tradicionalmente y de tejados en varias aguas que daban al casco antiguo el aspecto de ciudad de marinos que teníamos en mente.




 Otro aspecto a tener en cueta en la ciudad es su movimiento cultural, muy activo, supongo debido en parte a las largas y tediosas temporadas de invierno que dan mucho de sí para darle al coco. El auditorio da fe de ello con sus numerosos conciertos y actividades, así como la gran cantidad de galerias de arte y exposiciones que encontramos por toda la ciudad, ya sea de pintura, escultura, fotografía o cualquier cosa válida para exponerse en un local.


 
El agua forma parte importante en islandia y muestra de ello son la gran cantidad de cascadas, lagos y rios que se encuentran por cualquier sitio. En el centro de RKV encontramos el lago donde podemos observas fácilmente a la Sterna Paradisaea (charrán ártico) pescar en sus aguas y encontrar el preciado siliencio que no tendríamos en cualquier ciudad europea del calibre de esta.



De entre todos los edificios que sobresalen de la escasa altura de las edificaciones del nucleo histórico destaca la moderna catedral de formas basálticas que llama la atención por salirse de los estándares a los que estamos acostumbrados para las catedrales en el resto de Europa. La estatua de Erik el Rojo se alza a sus pies como muestra del origen vikingo de la ciudad.




No podian faltar los Hot Dogs, un "plato" tradicional para un país con una escasa variedad gastronómica, si lo comparamos con nuestra dieta mediterránea y para ello fuimos al archiconocido puesto de perritos calientes, situado frente al puerto y que ve pasar a un incesante reguero de gente por sus ventanillas en busca del suculento manjar. Teníamos que probar para ver si era para tanto...!!!


Para terminar nuestra corta visita a la ciudad andamos por el paseo junto al mar donde podemos ver el monumento que honra la cultura vikinga de los islandeses y que da pie a nuestro viaje en busca de aventuras, no sabemos si tanto como los vikingos pero estamos dispuestos a todo.