Creo recordar que eran los antiguos mayas que tenien tres mandamientos; no matarás, no robarás y no estarás ocioso. Aferrándome al tercero y pensando en los otros dos he cogido mi cámara y después de cenar en familia me he ido en busca de alguna foto nocturna a ver qué salía.
Con la luz de un mísero mechero, unas chanclas playeras y el miedo de ser puesto mirando a Cuenca en cualquier momento he aparcado mi cámara en la Mallaeta para probar unas tomas del antiguo edificio y la torre, que supuestamente empleaba el Dr. Esquerdo para trabajar. Al final ha sacado esto que me ha servido para pasar el rato y desquitarme un poco.
