jueves, 23 de abril de 2009

Chaouen

Marruecos ha sido el último destino para las vacaciones de Semana Santa. En total han sido 10 dias de viaje en los que hemos visto los grandes contrastes que este país ofrece, ya sea en el paisaje, en la gente o en las costumbres.
Nuestra primera parada fue en Chaouen, donde descansamos del viaje y el paso de aduanas, que se hace largo al fin y al cabo. Nuestras primeras impresiones son buenas a la vez que nuevas para la mayoría de nosotros. El cambio entre España y Marruecos es especial, tan lejos pero tan cercano a la vez. Chaouen es una ciudad bonita, con sus paredes y puertas pintadas de azul que la hacen peculiar. Los paseos por la medina te descubren rincones con encanto, pero esto no era nada con lo que nos esperaba.



Siempre sorprende ver a los vendedores, que los hay a millares. Los olores invaden las calles y los colores resaltan en las tiendas. Mantas, tintes, lámparas, lo que sea...Lo más impactante, tal vez, las carnicerias y los millones de moscas, pero lo mejor, la sensación de saber que esa carne es la que comeremos en el resto del viaje.





Niños los hay por todos lados, siempre del colegio a casa y de casa al colegio, tal vez casualidad o tal vez no pero siempre alegres y contentos.



Los hombres, siempre ataviados con sus chilabas, aportan una atmósfera especial en las calles que te sumerge en otra época.



La próxima entrega en breve. La verdad es que son las 2:20 de la mañana y estoy de guardia en la farmacia, pero quería publicar unas fotos para calmar los ánimos. Reveladas de manera rápida en el ordenador de la farmacia, espero mejorar las siguientes ahora que me ha tocado cargar la copia de seguridad del pc de casa y volver a cargar las gestiones de color y calibrado de monitor....ufff, que rollo!!!