El Teatro Olimpico de Vicenza fue el primer teatro cubierto del mundo, lo cual ahora impresiona más bien poco, pero la palabra "primero del mundo" siempre atrae misteriosamente.
La primera impresión que se lleva uno al entrar es que está en un teatro romano pero con techo. Además la cubierta está adornada con frescos que emulan el cielo con lo que la sensación de estar bajo techo se minimiza, no fuese que se sintiese nadie extraño, no? Como lo mejor resaltaría el decorado que se esconde detrás del proscenio con una perspectiva realmente conseguida, emula las calles con un realismo muy conseguido. Las gradas de madera son las originales, ya que la lluvia no las ha estropeado y para colmo me echaron la bronca por subir demasiado rápido, ufff, siempre tengo que tener algo!!