domingo, 16 de septiembre de 2012

Círculo dorado.

Siempre me ha llamado la atención el nombre que se le pone a esta parte del Suroeste de Islandia, seguramente debe su nombre a la ruta circular para ver los principales destinos turísticos de la isla, entre los que encontramos cataratas, manantiales termales y la zona histórica más característica del país. Tras recoger nuestro coche de alquiler ponemos rumbo por la carretera nº 1 siguiendo el reguero de turistas que hacen la misma ruta. No hace falta carteles para identificar las zonas de interés, pues los coches son indicativos inequívocos de los sitios donde hay que parar.

Nuestra primera parada es en el primer parque nacional de islandia, Thingvellir, donde se decidían los asuntos más importantes de Islandia, ya que fue el primer parlamento democrático del país. Allí se aprobaban las leyes, se pactaban matrimonios e incluso se decidió la religión, la cristiana al fin, vaya por Diós.
En la famosa falla de Thingvellir se halla el límite de la placa tectónica, separando Norteamérica de Europa a un ritmo de entre 1 y 18 mm al año, y por ello encontramos aquí una marcada fractura o falla que se extiende a lo largo de kilómetros dejando a la vista elevados acantilados. Esta es nuestra primera toma de contacto con la naturaleza islandesa, el tiempo nos acompaña a medida que avanza el día. Tras recorrer un tramo de la falla nos acercamos al río Öxará donde las cascadas abundan en el curso del río que llena el lago Thingvallavatn, el más grande de Islandia. Los cursos de agua se convertiran en una constante vayamos por donde vayamos, algo que impresiona siempre para los que venimos de Alicante.




Nuestra siguiente parada era uno de los puntos más concurridos de Islandia, Geysir con su archifamoso chorro de agua termal. Por el camino ya nos advierten que tocar el agua te puede costar un pequeño disgusto, pues su temperatura ronda los 100ºC. El vapor de agua con su peculiar aroma de huevos podridos abunda por las fumarolas del lugar y nos acompaña hasta el mismo Strokkur, que suple al gran Geysir, que tiene dos o tres erupciones diarias y el Strokkur estalla cada 5 ó 6 minutos aproximadamente. El Geysir fue taponado en parte por algunos ansiosos turistas que arrojaron piedras en el agujero para ver si salia.



Gran Geysir


Strokkur


Una vez asombrados del poder termal de las aguas de los géiseres abandonamos la zona para dirigirnos a Gullfoss, la cascada más famosa de islandia pero antes damos una vuelta por la tienda de recuerdos para aliviar las vejigas y dar una vuelta. Descubrimos allí las peculiares prendas de lana de oveja y miles de tonterias como las latas de aire fresco de Islandia, guauuuu!!
La cascada de Gullfoss tiene una caida de 35 m que origina un estruendo enorme con una nube de rocío que moja unos cuantos metros y provoca un arco iris los dias de sol. La anchura de la cascada es impresionante y el sonido del agua es hipnótico, por ello una gran cantidad de personas se agrupan en sus miradores para quedarse simplemente mirando la grandiosidad del lugar.










Pasar andando para ir al mirador más cercano a la cascada supone pegarse un remojón y colocarse el impermeable, por no decir de las odiosas gotas de agua en el objetivo que obliga a limpiar con la toallita cada dos por tres. Ya refrescados ponemos rumbo por la carretera nº 1 para ir en busca de la zona donde pasaremos la noche pero antes haremos unas paradas en el volcán de Kerid donde Björk dio un concierto en medio de sus aguas verdes. El cráter tiene unos 6500 años y está rodeado de campos de lava.

 El paisaje que encontramos por la carretera es espectacular, siempre rodeado de rios, campos de lava o montañas y glaciares como los que se ven en la siguiente foto.

Antes de retirarnos decidimos ir a ver las granjas medievales de turba de Keldur, construcciones tradicionales de Islandia por la carretera sin fin 264. Una de las grandes sensaciones de conducir por Islandia es la de sentirse completamente aislado en más de una ocasión. Las largas distancias sin cruzarse con nadie y las grandes extensiones hacen mirar más de una vez al medidor de gasolina...por si acaso. En las carreteras siempre la presencia de los caballos islandeses, pequeños pero fuertes que se caracterizan por tener más pasos de trote que el resto de caballos.








2 comentarios:

Miriam dijo...

He dudado si estábamos en Nepal o en el Tibet, jejeje!!

josetxu dijo...

Jorge, que chulada de fotos, sobre todo lo de las formaciones basálticas!!!, por cierto , se notaba algo de retroceso glaciar por esas latitudes??