El primer día que estuvimos en Gredos llovía lo suficiente como para no salir a la montaña, así que decidimos pegarnos dos horas de coche hasta La Alberca, que habíamos visto en televisión y tenía buena pinta, por carreteras plagadas de curvas.
Nuestra primera impresión fue llegar al pueblo por una carretera con mucho encanto y un paisaje precioso, pero al legar a La Alberca la cosa cambiaba, pues miles de personas se agolpaban tratando de buscar una plaza de aparcamiento, con lo que deducimos que las calles estarian plagadas de gente. Y así fue. Nosotros lo comparamos con Guadalest, como en otras ocasiones en Suiza pero ya que estábamos allí dimos unas vueltas por las calles e hicimos las fotos que la lluvia nos dejó.
La mayoría de las casas son viejas y con la tradicional arquitectura de La Alberca, con las paredes empedradas entre maderos. Lo más impresionante las piedras, labradas la mayoría y siempre colocadas de manera magistral. Entre tantas, siempre inscripciones con siglas y la muchas religiosas.
Como no podía ser de otra manera, las tiendas eran lo más común en las calles, llenas de souvenirs y jamones ibéricos. Entre los productos más típicos encontramos las legumbres, de todas las clases y colores.
1 comentario:
Li preguntaré a Corbacho quin dia va anar ell perque el en programa de TV no ixía ningú pel carrer...o es que mitja Espanya i mig Portugal van pensar en anar a La Alberca el mateix dia que mosatros...Quina gentà!!
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