Jambo mambo.....Karibu

Jambo mambo...Karibu!!! tal vez sean las palabras más repretidas cada vez que no dejábamos ver entre los lugareños, pues es ésta la pequeña historia de un viaje soñado desde hace tiempo. Tras larga espera con vias romanas pasamos página para adentrarnos en el corazón de África, más en concreto en Tanzania. Tres aviones y más de un día de viaje maldurmiendo entre asientos incómodos, olores más que corporales y alguna espera tediosa nos dejan en el aeropuerto de Nairobi, en Kenia a las 5:30 de la mañana aproximadamente esperando a alguien que supuestamente debía venir por nosotros y no aparecía. Una primera impresión de lo que acontecería el resto del viaje y a lo que deberíamos acostumbrarnos, como dicen ellos; "pole-pole" o lo que viene a ser en la lengua de cervantes "poco a poco".

Una larga espera sentados con un frío, que no teníamos en nuestra idea preconcebida de África, da lugar a un viaje en autobús que nos acerca a lo que es la conducción en este lugar. Sentados en el pasillo de un "shuttle" vemos como la carretera se vuelve un caos de coches cruzándose, acelerones y pitidos pidiendo paso...no apto para cardiacos!!!

 Los americanos y yo no reíamos por no salir por la ventanilla, al final terminamos riendo juntos y comentando los quiebros del conductor, parece hasta gracioso jugarse la vida el primer día. Un largo recorrido con parada incluida para comprar souvenirs en la tienda del amiguete y miles de cabezadas, que denotan nuestra fatiga, nos dejan en Arusha, ya en Tanzania. El hombro del vecino de shuttle de Miriam lo agradece, así como nuestros cuellos. Cansados del pole-pole de la aduana llegamos al hotel acompañados por nuestro guía, un tipo de 25 años que pensaba que venia a pedirme pasta a la parada del shuttle, porque es bajo y parece un adolescente de los de la mano palma hacia arriba, ya me entendeis!! Necesitamos descansar!!!

Al día siguiente entramos en materia de pleno y vamos de cabeza al P.N. del lago Manyara, que debe su nombre a una planta que ahuyenta los mosquitos. Nuestro coche es un Land Rover algo viejo y hecho polvo, pero de momento eso es lo de menos.

La primera toma de contacto con la vida cotidiana de la gente siempre impacta....pero nos queda todavía mucho por ver.

 

En el parque levantamos el techo del coche y nos adentramos en nuestro primer safari impacientes por descubrir qué nos espera.

 

Los primeros primates empiezan a cruzarse por el camino, el polvo acumulado en las cunetas en impresionante, los árboles y arbustos son marrones de la cantidad de tierra que tienen encima, consecuencia de la época seca.

Tras una cuantas pequeñeces empezamos a ver animales "de verdad"...un elefante se cruza en nuestro camino y hace que abramos la boca con una gran sonrisa por avistar nuestra primera gran criatura, una de los cinco grandes, como dicen aquí!!

 

 

Continuamos el camino, sin salirse, porque aquí en Tanzania uno no puede hacer cross country, ha de seguir el camino del hombre recto. Haciendo malavarismos intentado no caer dentro del coche o darse algún trompazo por los incesantes baches de la pista, vamos viendo más animales y parando cada vez que mostramos interés por algo. Jovin, nuestro chófer detiene el motor tantas veces que no me extrañaría que se quedase con la llave en varios pedazos.

 

 

 

 

 

 Termitero

Pasamos toda la mañana en el parque antes de salir en dirección al lago a dar una vuelta en bicicleta y poder ver algún flamenco. Pero antes de salir otro elefante no regala otra inolvidable escena. Se acerca tanto al coche que podríamos hasta tocarlo, cosa que no hacemos por si acaso.